Cómo hacer un comecocos de papel fácilmente
Papelería Distrimar

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Estar en casa con niños no es sinónimo de tenerlos entretenidos con las videoconsolas, la televisión o la pantalla del móvil. Con un poco de imaginación y unos pocos elementos se pueden llevar a cabo cientos de ideas que les ayudarán a entretenerse y a jugar aprendiendo y de un modo sano y divertido.
Una de las tareas más interesantes para los pequeños de la casa es la papiroflexia. El arte de hacer figuras de papel es sencillo y entretenido, además de ser una actividad segura que ofrece muchísimas posibilidades y resultados alucinantes.
Además de las típicas figuras clásicas como el barco o la pajarita de papel, se pueden llegar a hacer hasta juegos de mesa con la papiroflexia. El clásico comecocos es uno de ellos y estos son los pasos que explican cómo hacer un comecocos de papel en pocos pasos y de una manera rápida.
El comecocos de papiroflexia
El comecocos de papiroflexia es un juego que prácticamente cualquier persona ha usado en su etapa escolar. Es muy divertido y entrañable enseñar a los niños a elaborar este juego que mezcla la canción con el misterio y las actividades en casa, con lo que los niños no estarán horas y horas sentados en el sofá. Aprenderán que hay otras formas de entretenerse e implicarán a todos los miembros de la casa en ellas.
Los materiales son totalmente sencillos: una hoja de papel, tijeras y lápices de colores son los elementos necesarios para realizar esta actividad de papiroflexia.
El primer paso es coger una hoja de papel que puede ser de color o, en caso de tratarse de un folio en blanco, coloreada por los niños. El formato de la hoja debe ser cuadrado: ha de medir los mismos centímetros por cada parte.
Trazar una línea diagonal de una esquina a otra y doblar las esquinas restantes hasta hacer un triángulo. Toca ahora volver el folio a su posición cuadrada inicial y trazar la diagonal con las otras dos esquinas restantes, de manera que quede una X marcada en medio del papel.
Llega el momento más delicado del proceso: hay que doblar las cuatro esquinas del papel hacia el centro de la hoja. Este paso hay que realizarlo con mucho cuidado, puesto que si se pisan entre ellas luego el comecocos no saldrá correctamente.
Una vez realizados los pliegues, hay que dejarlos así y darle la vuelta a la pieza. En la parte plana restante queda marcada nuevamente la X que se hizo en los primeros pasos. En este punto, toca volver a juntar las esquinas en el centro de la figura. De nuevo, cuanto más preciso y cuidadoso sea el trabajo, mejor funcionará el comecocos una vez terminado.
¡Ya estaría finalizada la estructura del comecocos! Para que quede la forma de picos típica hay que forzar el folio por la mitad y por su transversal (se doblará fácil, puesto que ya tiene esas dobleces hechas en el inicio) y estará finalizado. Si tienes alguna duda, te dejamos un videotutorial para que sigas paso a paso su creación.
Pruebas para convertir la casa en una gymkana
Tradicionalmente, en los patios de los colegios, las hojas interiores del comecocos llevan nombres de compañeros de clase para que el destino decidiera quién era el más guapo, lista, simpático, amable, etc., pero se puede dar una vuelta de tuerca a la idea para convertir el juego en una verdadera gymkana que entretenga y haga aprender a los peques.
Por ejemplo, se puede plantear que cada una de las hojas interiores incluya una palabra que haga referencia a algo que hay que buscar en la casa. Así, se puede poner: “legumbres”, “alimento lácteo”, “fruta”, “vegetariano”, entre otros, para que el niño pueda comprender la diferencia entre los alimentos.
Otra idea consiste en esconder un 'tesoro' en la casa y que cada uno de los papeles indique dónde hay una pista para encontrarlo. Todo depende de la imaginación, pues se trata de un juego sin límites que puede generar varias horas de diversión.
Lo mejor de todo ello es que cuando las posibilidades se agotan y el juego termine, siempre se puede crear otro comecocos de papiroflexia rápido para inventar un nuevo juego, y así pasar más de un día entretenidos gracias a esta sencilla manualidad casera que se puede hacer en pocos minutos.
No solo se puede hacer el famoso comecocos con papel, sino que hay muchísimas ideas que con estos sencillos elementos logran que una tarde pase de ser un rato aburrido en casa delante de las pantallas a una experiencia divertida en la que toda la familia se implique.
Este tipo de actividades aporta numerosos beneficios, puesto que los pequeños se sienten protagonistas, estrechan lazos con los adultos y además asumen la responsabilidad de que la buena ejecución del juego depende de ellos. Esto, sumado a lo que se puede aprender gracias al ingenio de las pruebas que se hagan con el comecocos lo convierte en una de las actividades más interesantes para pasar una tarde mágica en familia.
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